Cuando hablamos de seres vivos nos viene a la mente la idea de muerte. Cuando hablamos de temas religiosos o esotéricos, la de inmortalidad bien sea por la vía de la resurrección o de la reencarnación. Cuando hablamos de transhumanismo nos viene la de amortalidad.
En este plano existencial hay especies cuyos individuos no tienen un destino natural inexorable. Con el paso del tiempo no crece su probabilidad de morir si las circunstancias se mantienen en condiciones ideales, aunque no son inmortales, porque tarde o temprano aparece un depredador, un accidente, algún cambio drástico en el ambiente o alguna funesta situación.
Un ejemplo de especie amortal es el molusco Ming que tenía 507 años cuando un grupo de biólogos lo sacó de las aguas de las costas de Islandia en 2006. Aunque lo mataron, Ming podría haber sido inmortal biológicamente.
La langosta americana es otro ejemplo, pues mantiene una impresionante capacidad para regenerarse incluso en edad avanzada. Eso quizás explique por qué algunos especímenes grandes tienen por lo menos 140 años. Su longevidad puede estar conectada al comportamiento de su ADN.
La idea de amortalidad no es nueva. Ya en la mitología griega se registra el amor de Eos, que anunciaba diariamente la llegada de su hermano el dios Helio, el Sol. Resulta que Eos se enamora de Titono, un mortal de Troya y la diosa le pide a Zeus, el “padre de los dioses y los hombres”, que le de a su amado la inmortalidad, pero olvido solicitar la eterna juventud. Así que Titono envejeció y tras perder su encanto físico disipó el interés de la diosa Eos por su persona.
La idea de la “eterna juventud” y consideraciones en torno al envejecimiento esta presente cada día más en la medida en que la medicina avanza y el promedio de vida se hace cada vez mayor.
El Transhumanismo (H+) es un movimiento intelectual y cultural que ya tiene más de una centuria desde que pioneros como el filósofo ruso Nikolái Fiódorovich Fiódorov, a finales del siglo XIX, o el genetista británico John Burdon Sanderson Haldane, quien en 1923 publicó su obra Dédalo e Icaro: la ciencia y el futuro, ensayo en el cual predijo postulados transhumanistas, vienen difundiendo ideas, entre otras, de como los grandes beneficios de la ciencia aportan a la biología humana.
El Transhumanismo sostiene la posibilidad y obligatoriedad moral de mejorar las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas de la especie humana mediante la aplicación de nuevas tecnologías y la eugenesia, con la finalidad de eliminar todos los aspectos indeseables de la condición humana como la enfermedad, el sufrimiento, el envejecimiento, e incluso la muerte. El objetivo del transhumanismo es llegar a una especie humana plus, con mayores capacidades físicas, psíquicas e intelectuales y, posteriormente, a un posthumano, un ser que ya no será humano sino superior a él.(1)
El transhumanismo es parte de esa corriente mayor que es el posthumanismo, que agrupa los planteamientos que buscan la superación del humanismo actualizando viejas concepciones al siglo XXI y, en muchos casos, reconociendo las limitaciones de la inteligencia humana.
De lo anterior se pone sobre relieve el aporte que la ciencia nos brinda para superar nuestros limites biológicos presentes, pero esa realidad nos convoca a aprovechar esa oportunidad con cordura y responsabilidad, lo que demanda que el tema sea abordado desde una perspectiva ética.
En nuestra Hispanoamérica la mayoría de los partidos políticos no abordan el tema. Tampoco lo hacen las juventudes organizadas en agrupaciones partidarias. El debate se da en otros espacios donde la discusión ha colocado de bulto temas que aparecían como olvidados: la cuestión de la naturaleza humana o su dignidad.
La idea de que el ser humano no es un individuo acabado y que la ciencia lo puede mejorar, por ejemplo, sustituyendo órganos por piezas computarizadas (ciborg), la singularidad tecnológica, la aplicación de la Inteligencia Artificial para la toma de decisiones, entre otras realidades, debe llamar la atención de las juventudes políticas porque, así como la biología tiende a ser perfectible por medio de la ciencia, también las organizaciones políticas como columnas del sistema político de la sociedad. Pero esta discusión debe ser en el marco de la ética con la precaución de no contaminar la misma. He aquí otro problema.
Isidro Toro Pampols
Isidro Toro Pampols.·. es MSc en Management, asesor en cooperativismo. Reside en Santo Domingo. República Dominicana.
1) https://www.bioeticaweb.com/transhumanismo/
Comentarios
Publicar un comentario